INTERNACIONAL.- En una acción que ha elevado significativamente las tensiones en Medio Oriente, Estados Unidos llevó a cabo un ataque militar contra objetivos estratégicos en Irán el sábado. Según fuentes del Pentágono, la ofensiva se centró en instalaciones vinculadas a la Guardia Revolucionaria y plataformas utilizadas para el lanzamiento de drones y misiles balísticos.

El ataque se produce tras una serie de incidentes recientes en la región, incluyendo ataques a bases estadounidenses en Irak y Siria, los cuales Washington atribuyó a milicias respaldadas por Teherán. Las autoridades estadounidenses afirman que la operación fue una respuesta “proporcional y necesaria” para proteger a sus fuerzas y aliados.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró la noche del sábado que la misión para acabar con las instalaciones nucleares de Irán fue un «éxito militar espectacular» y que las capacidades nucleares del país han sido «totalmente destruidas».

Los ataques estadounidenses en suelo iraní se dieron en coordinación con Israel, confirmaron el presidente Trump y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Por su parte, el gobierno iraní ha condenado la agresión calificándola como una “violación de su soberanía” y ha prometido responder “en el momento y lugar adecuados”. Aún no se ha confirmado el número de víctimas, aunque medios estatales iraníes reportan daños materiales significativos.

Analistas internacionales advierten sobre el riesgo de una escalada mayor si no se restablece rápidamente el diálogo diplomático. La comunidad internacional, incluyendo Naciones Unidas y la Unión Europea, ha llamado a la contención y al respeto del derecho internacional para evitar una nueva crisis regional.