José Rafael Lantigua: El artesano de la palabra que elevó la cultura dominicana

Por CARMEN LUZ BEATO
SANTO DOMINGO.-La madrugada del martes 5 de agosto amaneció más gris en la República Dominicana. A los 76 años, tras varios días de complicaciones de salud, falleció José Rafael Lantigua, una de las voces más lúcidas, críticas y comprometidas del quehacer cultural nacional. Escritor, ensayista, periodista, gestor cultural y exministro de Cultura, su partida deja un profundo vacío entre quienes creen en la palabra como herramienta de transformación.
Nacido en Moca el 13 de marzo de 1949, Lantigua dedicó su vida entera a la promoción de las letras, el pensamiento crítico y la identidad dominicana. Fue titular del Ministerio de Cultura entre 2004 y 2012, durante los gobiernos del presidente Leonel Fernández, tiempo en el que puso en marcha una política cultural integradora, abriendo espacios tanto para lo clásico como para lo popular, y llevando la cultura al corazón de las comunidades.
Bajo su gestión, se consolidaron importantes instituciones como el Sistema Nacional de Escuelas Libres, el Premio Nacional de Literatura Infantil, y se revitalizaron eventos como la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, que adquirió dimensión internacional y una vocación formativa y democrática que aún resuena.
Pero más allá del cargo público, José Rafael Lantigua fue un intelectual sin ataduras, un pensador agudo que escribió durante décadas en diversos medios, especialmente en Diario Libre, donde su columna se convirtió en una referencia obligada para el análisis cultural y político. Sus ensayos revelan una mente atenta, un lector voraz y un narrador que supo escribir con belleza incluso los diagnósticos más severos.
Miembro numerario de la Academia Dominicana de la Lengua y activo colaborador de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), Lantigua encarnó la figura del gestor cultural total, de ese raro puente entre el mundo intelectual y las estructuras del Estado. En su visión, la cultura era un derecho, no un lujo. Una herramienta para formar ciudadanía, no un simple adorno.
Su obra publicada incluye títulos como “La página impresa”, “Entre la pluma y el fusil”, “Pensar la cultura”, “La era de las metáforas”, entre otros ensayos que abordan temas literarios, históricos y sociales con una pluma erudita, pero accesible.
Quienes lo conocieron lo describen como un hombre austero, apasionado, de convicciones firmes y sensibilidad profunda. Su muerte ha provocado reacciones en todos los ámbitos culturales, desde escritores y académicos, hasta músicos, teatreros, bibliotecarios y gestores de provincia, quienes encontraron en él un aliado que los escuchó y los visibilizó.
Sus restos son velados en la funeraria Blandino desde la tarde del martes y el miércoles se le oficiará una misa de cuerpo presente a las 10:00 a. m., para luego darle sepultura en el Parque Cementerio Puerta del Cielo.
Con la partida de José Rafael Lantigua no solo se despide un escritor: se va un constructor de nación desde la cultura, un sembrador de ideas, un tejedor de puentes entre lo que fuimos, lo que somos y lo que podríamos ser si creemos en el poder transformador de la palabra.