Franklin Domínguez: la última función del patriarca del teatro dominicano

Santo Domingo. – La madrugada de este martes, a las 3:55 a. m., se apagó la vida de Franklin Domínguez, patriarca del teatro dominicano, a los 94 años de edad. Su partida llega después de siete años de lucha contra una metástasis ósea, consecuencia de un cáncer de próstata diagnosticado en 2014.
Durante la última semana estuvo ingresado en el centro médico Corazones Unidos, donde finalmente perdió la batalla, pero no la grandeza de una existencia entregada al arte, la cultura y al servicio del país. Sus familiares agradecieron las oraciones y el apoyo recibido por Domínguez, durante los días que estuvo ingresado.
El legado teatral más vasto del país
Domínguez deja tras de sí un legado inigualable: más de un centenar de obras teatrales que recorren la comedia, la tragedia, la sátira política, el teatro infantil, la ópera, la comedia musical y el drama cotidiano. Sus textos no solo llenaron los escenarios dominicanos, sino que trascendieron fronteras, siendo llevados al cine y traducidos al inglés, francés, chino y ruso.
Para generaciones de actores, directores y espectadores, Franklin Domínguez no fue solo un dramaturgo: fue maestro, pionero y símbolo de la persistencia del teatro en la República Dominicana.
Un pionero también en el cine
Aunque los escenarios teatrales fueron su gran templo, Domínguez se atrevió a desafiar también al séptimo arte. En 1963 dirigió La Silla, considerada por muchos como la primera película dominicana. Estrenada en el Teatro Élite, la cinta fue aplaudida tanto por su fuerza dramática como por su valentía al plantear el dilema de la juventud dominicana bajo el régimen de Trujillo.
Ese debut fílmico, protagonizado por Camilo Carrau, marcó un antes y un después en la historia del cine nacional, convirtiendo a Domínguez en pionero de dos lenguajes artísticos: el teatro y la gran pantalla.
Más allá del arte
Su vida también transitó los caminos del servicio público y la política. Fue director de Información y Prensa de la Presidencia de la República bajo cinco gobiernos distintos, dirigió en dos ocasiones la Dirección General de Bellas Artes y presidió la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos de República Dominicana.
En la arena política, fundó el Movimiento de Conciliación Nacional, con el cual llegó a postularse a la presidencia del país.
Formado en la Escuela Nacional de Bellas Artes y con títulos en Filosofía y Derecho por la Universidad Autónoma de Santo Domingo, fue miembro de la Academia Dominicana de la Lengua y académico correspondiente de la Real Academia Española.
Su Obra
Domínguez escribió más de 70 obras teatrales de las cuales han escenificado unas 45 en el país y en el extranjero. Es el autor y director de la primera película dominicana de largo metraje La silla, filmada en 1963, acerca de la tiranía de Trujillo, cultiva la sátira política, la comedia musical y el teatro infantil.
En 1979 fue galardonado con el codiciado Premio El Gran Dorado al reconocerle como el artista más sobresaliente del año. En 1983 obtuvo el accésit al Primer Premio, a nivel mundial, en el Certamen Internacional de Dramaturgo Diego Frabbi celebrado en Palermo, Italia. En este certamen, donde participaron dramaturgo de todo el mundo, fue premiada su obra Omar y los Demás. Sus obras teatrales Cuando los héroes quedaron solos, Duarte: fundador de una República y Solano, (primera comedia musical dominicana) han implantado récords de público durante varias noches en el Teatro Nacional
Origen y eternidad
Nacido en Santiago de los Caballeros el 5 de junio de 1931, Franklin Domínguez fue un hombre de su tiempo, pero con la mirada puesta en el futuro. Desde su provincia natal sembró las primeras raíces de un árbol que luego se expandió hacia el teatro, el cine, la docencia, la política y la escritura, siempre con un mismo propósito: aportar a la cultura dominicana.
Hoy, su voz ya no declamará sobre el escenario, pero sus palabras seguirán resonando en los teatros, aulas y memorias donde aún se representen sus obras. Porque, como los grandes artistas, Franklin Domínguez no muere: simplemente cambia de escenario.