Entre ustedes y nosotros
Thany Matos. Mensajera Angélica.
Santo Domingo.- La relación con los guías y maestros, es algo en verdad muy personal, y puede ser que éstos a su vez sean los guías o maestros de otras personas, aunque nunca el conocimiento será el mismo nivel vibratorio de energía. Un ángel, arcángel o maestro interactúa con muchos a la vez en puntos distantes de la tierra y fuera de ella, y además en distintos tipos de energía vibratoria.
La interacción con ellos dependerá de su hoja de vida terrena. Hay muchos seres en planos distintos trabajando igual número de portales, conciencias y energías para que cada quien realice su plan perfecto. Esto es tan personal que el plan perfecto es aquel que conlleva todas las situaciones con la que una persona logra subir su nivel de vibración. Esto hace que se creen infinidades de portales personales de elevación de sus propias conciencias divinas, y que se crucen infinidades de portales en el plazo de la vida que eligieron. Estos portales personales son las enseñanzas que completan en cada vida, y al completarlas no tienen la necesidad de pasar por ese campo de energía de nuevo.
Hay procesos traumáticos que no les ocurren de manera directa, pero sirven de catalizadores para pasar de un estado de vibración a otro; por ser personal sus emociones y situaciones serán únicas e irrepetibles dentro de ese plano de vibración, ya que de repetir esa misma emoción o situación será en otro nivel de energía con los mismos seres o quizás con los papeles de vivencias invertidos. No importa las veces que tengan que hacer que esa onda sonora de energía sea tocada, hasta que no alcancen una nota más alta estarán tocándola ya sea en este plano en conciencia del espíritu, o en otras realidades de su propio ser elevado.
Para ser muy personal, debo decir que he aprendido a disfrutar de mi sordera, porque he aprendido a oír con la conciencia, con los ojos, el olfato, la piel… pero sobre todo a escuchar con el corazón despierto, que no es lo mismo que escuchar con el corazón dormido. En mi nivel de conciencia tengo mis altas y mis bajas al igual que todo ser en este planeta, solo que ahora veo y sé que los menos despiertos viven en su verdad, como ahora yo vivo la mía, y en verdad soy feliz porque me he dado cuenta que estoy despierta, no queriendo decir que he llegado al último escalón.
Pero sé a ciencia cierta que estoy en el camino que conduce al faro que no se extingue, que no me puedo perder porque sigo la huellas de mi corazón; estoy segura que los más iluminados ven mis “problemas” tan simples, pero también sé que la compasión y el amor fue lo que los llevaron a ese estado sublime de gracia, por medio de saber que todos, unos arriba otros abajo, vivimos experiencias personales y únicas de las cuales solo sacamos conclusiones acertadas para nosotros y solo nosotros.
Lo que vivimos es tan personal, dicen los ángeles, que se convierte entre ustedes y nosotros. Nos hemos trazado un camino para llegar a lo que queremos experimentar. Ya sea que el camino sea largo o corto, todos llegaremos ténganlo por seguro.