Por Carmen Luz Beato

La cuaresma es un tiempo de compromiso espiritual, una época en la que nos comprometemos con nosotros mismos a realizar cambios en nuestras vidas, con el propósito de que al concluir esos 40 días de reflexión, ayunos, oración y sacrificios de la carne, nos hayamos convertidos en mejores seres humanos.

Durante este tiempo, decidimos renunciar a algo que nos gusta pero que no necesitamos. Algunas personas dejan de fumar, tomar alcohol, comer carne, no criticar, vestir de un mismo color o simplemente dejar de comer dulce o carbohidratos. Charles Fillmore, cofundador del Movimiento Unity sugirió que, durante esta tiempo, dejáramos ir los pensamientos negativos.  Fillmore consideraba que la mejor preparación para la época de Pascua es despejar y renovar nuestras mentes con la consciencia de nuestra divinidad y nuestro poder interno. Ese debe ser el camino a seguir para nuestra verdadera transformación..https://estoesnoticia.com/aguasmansas

La humanidad atravieso tiempos muy difíciles, en aspectos tan importantes como: la seguridad, la economía, la salud, la paz y la propia espiritualidad. Todos estos elementos han vuelto al ser humano egoísta, indolente, falto de empatía y solidaridad, hacía sus semejantes, algo que no hace muchas veces presumir que no hay caminos a seguir.

Sin embargo, el camino a seguir para encontrar luz en medio de la oscuridad, paz en medio dela tormenta y la puerta que nos conducirá a seguir de pie en medio de las turbulencia es el camino de la espiritualidad. Seguir crecer espiritualmente, porque en esencia, somos seres espirituales viviendo una experiencia en este mundo. Vamos a comenzar a soltar y dejar todo aquello que no exprese en bien que Dios tiene para cada uno de nosotros. Tenemos  que  soltar el resentimiento, la queja, el dolor, la limitación, el estrés, la resistencia, la ansiedad, el pesimismo, la insatisfacción, los rencores, la autolástima, el pasado, el agobio, el ajetreo, el miedo a la enfermedad, la incomprensión, el perfeccionismo, la indecisión, la preocupación y tantas emociones y sentimientos que no  nos ayudar a encontrar el camino en busca de la Verdad que nos hace libres.

Al dejar ir la crítica, la apatía, los pensamientos negativos, la ira, la culpa, el miedo al cambio, la soledad, la inseguridad, la competencia, la duda, los conflictos, dejamos ir todo lo terrenal y comenzamos a vivir desde nuestra verdadera esencia de seres espirituales. Aprovecho este tiempo para crecer desde adentro hacia afuera, mostrando que somos seres divinos.