El difícil oficio de ser cantante solista en República Dominicana
Poco apoyo del Estado, el alto costo de la promoción y la falta de manejadores, son algunos de los escollos que tiene que enfrentar
CARMEN LUZ BEATO
SANTO DOMINGO.- Cada vez resulta más difícil mantener una carrera como cantante solista en República Dominicana, la falta de apoyo del Estado, el alto precio que hay que pagar para promoción radial y la escasez de manejadores es un gran escollo para quienes aspirar construir con su voz y su talento una historia en el arte popular dominicano.
El país ha contado con voces privilegiadas en la balada, el bolero, la bachata, la música de contenido social o la música pop, a pesar de tener calidad incuestionable muchas voces han pasado sin pena ni gloria, debido a que sostener su carrera en base a “Costilla” récords no siempre he posible.
En los 70, 80 y 90 quienes se tiraron para las calles rompiendo corozos logrando escribir su historia musical, a pesar de la payola, sin mucho apoyo estatal, y en ocasiones sin manejadores, pero que pudieron hacer del negocio de las presentaciones algo viable, lograron construir una carrera solida que ha perdurado con el tiempo, tales como: Niní Caffaro, Adalgisa Pantaleón, Maridalia Hernández, Jackeline Estévez o Anahay. Cabe destacar que aún después de sus muertes siguen muy presentes en el gusto de la gente artistas como Anthony Ríos, Víctor Víctor, y Sonia Silvestre.
Algunas solistas lograron convertirse en verdaderas estrellas gracias a las estrategias que en su momento utilizaron sus promotores, recordemos los famosos enfrentamientos entre Olga Lara y Vickiana.
A pesar de haber brillado por un buen tiempo, sus voces y talentos han sido archivados por distintas razones en el baúl de los recuerdos. Son artistas que tiene calidad, pero que se mantienen lejos de los escenarios como es el caso de Omar Franco, Anahay, Taty Salas, Fausto Rey, Corine Oviedo, Audrey Campos, y Jazmín Objío, entre otros.
Entre finales de los 80 y los años 90, surgieron varios cantantes solistas que no pudieron perdurar con el paso del tiempo, como Dhariana, Ariela, Habid Yarull, Saoni, Abby Lama, Yinnette La cantante, Carolina Hernández, Valeria, Dahyana Holguín, Fifa Núñez y Janyll, para recordar algunos.
Contrario a lo que acontece en países como México, España, Chile, o Argentina, donde los artistas solistas reciben tanto apoyo del publico que compra sus discos y apoya sus presentaciones, en el país resulta lo inverso: la gente le gusta copia sus discos y pocas veces quieren pagar los espectáculos, tratando de conseguir taquillas regaladas para disfrutar los mismos, es un asunto de aprender a valorar nuestros solistas.
La cosecha que está joseando
Los últimos años no han resultados menos desafiantes para nuestros artistas solistas, quienes han tenido que hacer de “Tripas, corazón”, desafiar todos los retos para mantener su carrera a flote, sobre todo, cuando tienen un género como el urbano que mueve a jóvenes y a muchos adultos.
Acompañado de su gran talento, figuras como Frank Ceara, Pavel Núñez y Wason Brazoban tienen la ventaja de cantar y componer sus románticos temas, conectando muy bien con el público femenino que arrastran a sus presentaciones a los del sexo masculino. Estos cuentan con un espacio privilegiado como artista solista, aunque eso no lo libera del “joseo” a la hora de montar un espectáculo, muchas veces tienen que vender, producir y promover los mismos.
Las solistas como siempre son la que cargan más pesado y a quienes las cosas de le ponen más difíciles, bastaría hablar con Diomary La Mala, que es una gran batalladora, ha tenido que fajarse duramente para lograr el éxito.
En nuestro país contamos con una gran cosecha de talentosos artistas solistas, como Covi Quintana, Nathalie Hazim, Sharlene Taulle, y otros que están saliendo de los concursos como Dominicana´s Got Talent, solo falta que puedan contar con el respaldo necesario para que puedan trascender a nivel internacional, rompiendo las barreras que han caracterizado la difícil carrera del cantante solista en la República Dominicana.